Femicidios: Queman a una mujer
Femicidios:
Queman a una mujer
Artículo publicado en el Periódico El
Øtro Psi Año XVII Nº 173 Abril 2011
Lic. Carlos Reinaldo Miranda*
Mujeres quemadas. No
se trata de una nueva tendencia. Lo que ocurre
es que hay una mayor visibilización de la Violencia de Género, con una
modalidad que tiene repercusión mediática a partir del caso de Wanda Taddei, ampliamente cubierto por los medios de
comunicación por la fama de su esposo, integrante de la banda de rock Callejeros
vinculada a la tragedia de Cromañon, donde el fuego dejo un centenar de muertos
y heridos. La mayoría predominante en la estadística de Femicidios son las
armas de fuego, seguida por los golpes, el apuñalamiento y el estrangulamiento,
en ese orden. De 260 femicidios registrados en el año 2010, once fueron por
fuego, representando el 4% de los casos.
No es algo nuevo
tampoco. En 1964 Raúl Barón Biza, escritor y político argentino en medio del
trámite de separación de su mujer Clotilde Sabattini, sirve unos vasos de
whisky a los abogados, luego sirve otro vaso se acerca a su mujer y se lo arroja
a la cara. Este vaso contenía ácido, que le provoca graves quemaduras en el
rostro. Barón Biza se suicida el día siguiente. Ella se suicidaría años después
arrojándose por la ventana del departamento en que ocurrió la tragedia.
Posteriormente sus hijos también se suicidarían.
La finalidad del
agresor es dejar una marca en el cuerpo
de la víctima para que lo recuerde permanentemente. La victima queda marcada “a
fuego” de la misma manera que el ganado o las víctimas de los campos de
concentración nazis, imprimiendo un sello de sumisión, dominio y posesión de un
modo imborrable, que esté presente en todo momento.
En una sociedad que exige
a las mujeres estereotipos basados en juventud, éxito y belleza, las quemaduras en el rostro y
la piel lesionan el narcicismo de la mujer y origina un efecto patógeno sobre el psiquismo
que estará en directa relación con el valor significativo de la zona afectada.
Las características
de personalidad de un “quemador” son las del hombre violento. El perfil del hombre violento no puede ser
categorizado por variables tales como: edad, clase social, nivel educacional,
ocupación, religión, lugar de residencia, etc., debido a que puede configurarse
con cualquiera de las variables mencionadas, lo cual no implica dejar de reconocer
que, la asociación entre algunas de ellas, puede potenciar el riesgo de
conductas violentas.
Es un sujeto
controlador, celoso que manifiesta agresividad verbal y/o física. Presenta una doble fachada: por lo general, en público
es seductor, simpático, amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a
ser muy agresivo y violento. Tiene un discurso seductor, incluso para jueces,
policías, profesionales, amigos y parientes. Impone el aislamiento social de su
entorno familiar, una vez que se ha cerrado el cerco se acrecienta el dominio
sobre su víctima, y no es casual que la mujer exprese que su casa se convierte
en una verdadera "cárcel", se asegura que ella no se irá reduciendo y
controlando el manejo del dinero. Tiene cambios súbitos e impredecibles de
humor: en un momento está bien y rápidamente explota. Arroja y rompe objetos: principalmente
aquellos significativos para la mujer y los chicos (Por. ej. romper los títulos
profesionales y juguetes a los hijos/as). Emplea tácticas de espionaje revisando
los mensajes y llamadas del celular, la
computadora y el correo electrónico de la pareja. Usa el sexo como señal de
poder.
Algunas características de
personalidad del hombre violento incluyen:
·
Baja
autoestima: se sienten inseguros, tanto en el papel de hijos como en el de
padre, amante y/o esposo.
·
Pensamiento
mágico: proyectos irreales, faraónicos, muchos de los cuales terminan en
frustraciones.
·
Expectativas
irreales: esperan que sus esposas e hijos cumplan con sus deseos no
explicitados, tienen dificultades para verbalizar sus sentimientos, y luego
están, como ellos mismos, dicen "decepcionados".
·
Dificultad
para expresar sus sentimientos.
·
Omnipotencia:
"Lo digo yo y basta".
·
Narcisismo.
·
Obsesivo
y controlador.
·
Emocionalmente
empobrecido y vulnerable.
·
Gran
capacidad de persuasión.
·
Fondo
depresivo: es frecuente que sufran estados depresivos enmascarados.
Las consecuencias
psíquicas en las victimas observables predominantemente
son los trastornos de ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, repliegue emocional,
hipersensibilidad y agravamiento o desarrollo de enfermedades. También se
presentan trastornos del sueño (predominantemente insomnio) y de la
alimentación, dificultades para la inserción social y laboral, trastornos de la
memoria, la atención y la concentración, sentimientos de culpa, dificultades en
el aprendizaje. Sentimientos de desvalorización, angustia y depresión. Baja en
el rendimiento laboral, incapacidad para concretar objetivos. Sentimiento de
falta de reconocimiento y respeto por parte de los otros.
La prevención de la
Violencia de Género se logra con educación y equidad para niños y niñas, con
igualdad de oportunidades y con orientación profesional no sexista. En la
pareja hay que valorar y defender el
derecho a una relación de igualdad, así como compartir decisiones y
responsabilidades ya que es una manera más para conseguir una vida sin
violencia. Es importante repartir entre hombres y mujeres el trabajo doméstico,
el manejo del dinero y el cuidado de las personas a cargo.
Se debe evitar que
el tratamiento de los medios de comunicación sobre las noticias de agresiones
contra las mujeres sea morboso y sensacionalista, reforzando mitos que perpetúan
la violencia contra ellas, y no se debería ilustrar las noticias con las caras
de las mujeres golpeadas, quemadas o muertas, sino con la cara de los violentos.
La Violencia de Género debe ser un asunto de
políticas públicas y debe tener condena
social y penal. Es fundamental sensibilizar y formar a todas aquellas
personas profesionales (policía, personal sanitario, pedagógico, asistentes
sociales, letrados y letradas...) que atienden o tengan relación con mujeres
víctimas de malos tratos, para detectar estos casos y actuar de forma que se
sientan comprendidas y ayudadas.
* RESUMEN DE
EXPERIENCIA PROFESIONAL:
Clínica de
Adultos y adolescentes, Psicodiagnóstico y Pericias Psicológicas. Docencia y
Supervisión en Clínica, Psicodiagnóstico y Psicología Forense
ESTUDIOS
CURSADOS:
Licenciado
en Psicología Universidad de Buenos Aires 1980. -
ACTIVIDAD
PROFESIONAL ACTUAL
- Director del Departamento de Violencia de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires desde abril de 2007.
- Integrante del Grupo de Trabajo de Genero del Consejo de Plan Estratégico Buenos Aires 2016.
- Perito Psicólogo de Oficio en los Tribunales de la Nación y en los Tribunales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde 1986.
- Docente de la Escuela de Especializacion y Posgrado, Área Jurídica Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires Distrito XII
- Administrador E-Learnig de la Plataforma Educativa Comarca Psi
- Atención Clínica de Adolescentes y Adultos en consultorio privado desde 1980.
- Supervisor en el Área de Violencia de APBA Asistencia de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.
- Prestador en el Área de Violencia de APBA Asistencia de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.
- Consultor Técnico y Perito de parte para Estudios Jurídicos desde 1997.
- Supervisión de Pericias Psicológicas desde 2000.
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