LAS
MUJERES TIENEN MÁS ESTUDIO,
PERO
SIGUEN GANANDO MENOS
POR MARIANA IGLESIAS
Actualmente, la diferencia es de 1.100 pesos, según el
informe “Aportes para romper el techo de cristal”.
Hay situaciones que se conocen, temas
que se abordan una y otra vez, y aún así, no cambian. Se sabe que la mujer
llega mucho más lejos que el hombre en sus estudios. Y también que la mujer,
aún hoy, sigue cobrando sueldos mucho más bajos y que no accede a puestos
jerárquicos ni de poder, salvo en contadas excepciones. Sin embargo, la
legislación la continúa perpetuando en el rol de cuidadora de la casa y la
familia. Y el Estado tampoco crea infraestructura para apoyarla. Estos temas
trata “Aportes para romper el techo de cristal”, un informe del Instituto de
Pensamiento y Políticas Públicas.
En base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares y
el INDEC, la investigación muestra que seis de cada diez graduados
universitarios son mujeres.
A pesar del título, a la hora de medir el sueldo, el
varón univesitario percibe en promedio 5.857,6 pesos, mientras que su par mujer
sólo cobra 4.340 pesos, es decir, un 26% menos.
“El análisis de los ingresos según género pone en
evidencia una importante desigualdad entre varones y mujeres. En promedio la
diferencia es del 32%, lo que en términos nominales constituye una diferencia
de $1.100, es decir que mientras los varones ganan en promedio $3.700, las
mujeres $2.800. La diferencia se mantiene dentro de cada categoría laboral. La
diferencia menor se da entre patrones (10,7%) y la mayor entre los asalariados
no registrados (57,5%)”, sostiene el informe del Instituto.
“Las diferencias entre los ingresos de varones y
mujeres ponen en evidencia el fenómeno llamado “techo de cristal”, que hace
referencia a la existencia de barreras socioculturales invisibles que impiden a
las mujeres ascender a pesar de estar altamente capacitadas para hacerlo
-explica a Clarín el diputado de Unidad Popular Claudio
Lozano, coordinador del trabajo-. Entre los obstáculos está la necesidad de las
mujeres para conciliar trabajo productivo y reproductivo, que en muchos casos
las llevan a elegir trabajos part time o de menor jerarquía para tener
disponibilidad física y mental para ejercer junto con su rol de trabajadoras,
el de madres, amas de casa y esposas”.
El trabajo habla también del déficit de jardines
maternales, de infantes y escuelas de doble jornada, que perjudica a las
mujeres, en especial a las más pobres, que no pueden pagar empleadas ni escuelas
privadas.
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